El piloto despegó su helicóptero y realizó un giro de 90 grados por izquierda. En ese momento su puerta se abrió. Instintivamente intentó cerrarla con su mano derecha dejando el paso cíclico suelto, según un testigo presencial ubicado muy cerca del lugar.

La aeronave se encabritó y tocó con el patín protector de cola. 

Inmediatamente adoptó una posición de nariz abajo con un leve giro a la derecha, tocando con el esquí derecho el suelo y posteriormente el fuselaje y las palas.

Ese fuerte impacto hizo que el tanque principal se rompiera y diera inicio a un posterior incendio.

Piloto y pasajero fallecieron.

Las imágenes son impactantes, pero impresiona aún más, saber que dos personas perdieron sus  vidas por una situación totalmente controlable y solucionable.

No es ningún secreto para cualquier piloto de helicóptero que, cuando una puerta se abre la aeronave puede volar  sin ningún tipo de problema. 

Si ello ocurre cuando despegamos, entonces volvemos a aterrizar. Si nos damos cuenta en el momento de la carrera de despegue, paramos la maniobra, pasamos al estacionario y aterrizamos.

En todos los casos, se recomienda cerrar el acelerador y pasar al ralentí para poder trabajar más tranquilos y evitar de hacer alguna maniobra brusca que pueda hacer volcar al helicóptero.

Otra conclusión importante es recordar el principio fundamental que debemos adoptar al encontrarnos frente a una  emergencia o situación anormal: volar el helicóptero. 

Muchos accidentes fatales, como este, fueron el resultado de “olvidar” de volar la aeronave tratando de resolver un problema, a veces, muy simple.

Finalmente y tal como su instructor se lo repitió hasta el cansancio: ¡nunca suelte el paso cíclico mientras el helicóptero está volando! 

Lea y repase periódicamente las emergencias de su aeronave. Vuele tranquilo, vuele seguro.

Departamento Seguridad Hangar Uno