Sólo hay un fabricante de helicópteros en Argentina, Cicaré SA. También es el único fabricante de helicópteros autóctono en América del Sur. Mientras que Brasil y Chile tienen prósperas industrias de helicópteros civiles, ninguno de ellos alberga fabricantes locales.

Brasil tiene Helibras, propiedad de Airbus, y Embraer, que tuvo un intento fallido de producir helicópteros con Agusta.

Sin embargo, en el uso civil de helicópteros, Argentina está muy rezagada con respecto a sus vecinos a pesar de tener adecuadas condiciones climáticas y urbanísticas. Mientras que Brasil y Chile tienen muchos operadores civiles de helicópteros en el servicio médico aéreo, búsqueda y rescate, petróleo y gas, extinción de incendios y funciones VIP, en Argentina el Servicio de Aviación del Ejército realiza todas las operaciones humanitarias, médicas, de emergencia y extinción de incendios.

La razón es tanto financiera como política: Argentina ha tenido una plétora de gobiernos cambiantes, períodos de inestabilidad e inflación desenfrenada y corrupción, y solo ahora está logrando un gobierno más estable. Chile ha tenido un entorno económico estable durante los últimos 45 años, y aunque Brasil ha sido menos estable que Chile, ha tenido períodos de inmenso crecimiento. Brasil también tiene petróleo en alta mar y una población de 200 millones, mientras que Argentina tiene solo 40 millones y todavía está investigando oportunidades de petróleo y gas.

Augusto Cicaré, inventor, diseñador y CEO de Cicaré SA, comenzó su negocio con pocos fondos y con una actitud de curiosidad y el deseo de crear y volar las magníficas máquinas voladoras que había visto en las revistas. En 1958, a pesar de no haber visto nunca un helicóptero real, y sabiendo poco del diseño de un helicóptero, Cicaré diseñó y construyó uno, el CH-1, que voló por primera vez con un motor de 30 hp: él mismo era el piloto de pruebas.

Sin embargo, este período en Argentina no fue propicio para el crecimiento, ya que el brote inicial de la prosperidad económica después de la Segunda Guerra Mundial se estaba evaporando después de que el presidente Juan Perón nacionalizara los ferrocarriles de propiedad británica y otras propiedades y causó que la inversión en su país se agotara. La inflación en este momento se disparó al 40% y, finalmente, Perón se fue para ser reemplazado por una coalición militar. No obstante, la compañía de Cicaré continuó, en parte financiada por el trabajo de enseñanza de la esposa de Augusto y por amigos como inversionistas.

En la década de 1970, una serie de presidentes y gobiernos militares no habían logrado dar prosperidad a la economía y hubo un clamor general por el regreso de Perón. El presidente Perón regresó brevemente, pero no pudo lidiar con el faccionalismo y murió de un ataque al corazón. Su tercera esposa tomó su lugar, y la inflación se disparó a 600%. En este momento, los Generales de nuevo se apoderaron del país. A pesar de toda la tensión del gobierno, Cicaré continuó desarrollando sus helicópteros y luego produjo el CH3 en 1975.

En 1989, Carlos Menem tomó el poder, alentó la inversión extranjera, recortó los aranceles de importación y restauró la economía. En 1991, el peso argentino se vinculó al dólar estadounidense en un intento por eliminar la hiperinflación y estimular el crecimiento. 

Durante la presidencia de Menem, Cicaré construyó el más conocido de sus productos: el entrenador de helicópteros SVH-3, que lo destacó como diseñador argentino y también generó algunos ingresos muy necesarios al vender modelos a la Policía y Militares de Argentina como entrenador.

En el 2000, el empresario británico Gary McCormack compró cuatro Cicaré SVH-3, que llevó al Reino Unido para entretenimiento corporativo con su compañía, Blue Sky Blue. La compañía entonces parecía lista para expandirse a Europa.

Desafortunadamente, este período de éxito fue seguido por un colapso en la economía argentina, seguido por problemas regulatorios con las compras del Reino Unido. La compañía de Gary McCormack dejó de comercializar, los SVH-3 británicos se colocaron en la parte trasera de un hangar y Cicaré Helicopteros S.A. entró en liquidación. Posteriormente renació como Cicaré S.A.

A mediados de la década de 2000, los militares se acercaron a la compañía de Cicaré en relación con una colaboración para un diseño de helicóptero clasificado. El helicóptero Cicaré CH-14 sería el primer diseño de una familia de helicópteros que brindaría soluciones nacionales para los requisitos de las Fuerzas Armadas, la seguridad y el mercado civil.

En enero de 2006, Cicaré SA comenzó el diseño y la producción del prototipo experimental del CH-14. La etapa de diseño y desarrollo se realizó bajo FAR 27. En marzo de 2007, se realizaron los primeros vuelos de prueba. La producción contó con la participación del Departamento Técnico del Comando de Aviación del Ejército y numerosos proveedores nacionales.

El prototipo final de Cicaré CH-14 era un helicóptero ligero en tándem, impulsado por el motor de turbina Rolls-Royce Allison 250 C20-B. También había planes para una versión más grande, el CH-16, que tendría componentes CH-14 pero con más asientos. 

Sin embargo, cuando el helicóptero se mostró en vuelo por primera vez en público el 23 de noviembre de 2007, en el Día de Aviación del Ejército de Argentina, pareció que su primer vuelo público también sería el último.

En 2007, el Presidente Néstor Kirchner se hizo a un lado por su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, quien asumió la presidencia en su lugar. El financiamiento para la máquina fue retirado, el helicóptero fue suspendido y el gobierno continuó con nuevos proyectos. La Compañía Cicaré estaba de vuelta donde comenzó.

Una vez más, Augusto y su familia, que para entonces también trabajaban para la compañía, se negaron a renunciar a su sueño. Continuaron con sus proyectos anteriores como el entrenador CH-2002, un helicóptero con un motor Subaru de 165 CV. También el CH-7, que fue diseñado como un sistema de avión no tripulado, y el simulador aún popular SVH-3, ahora actualizado al SVH-4, conocido comercialmente como el Entrenador Cicaré, con un motor de cuatro tiempos y un gobernador .

En 2015, hubo un cambio de gobierno en la Argentina. Mauricio Macri llegó al poder y la anterior presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se encontró luchando contra las acusaciones de corrupción.

Desde entonces, la economía en Argentina ha mejorado lentamente, y su gobierno una vez más está trabajando para hacer que los negocios sean factibles en la Nación. A Cicaré S.A. se le otorgó un préstamo gubernamental para construir un nuevo hangar y expandir su negocio, que espera que crezca rápido, inicialmente construyendo 20 helicópteros al año, con la posibilidad de expandirse aún más.

Hoy tiene varios modelos nuevos, pero se concentra específicamente en el ultraliviano Cicaré 8. También está buscando la certificación para el modelo Cicaré 12 de dos asientos, que la compañía espera que se utilice como entrenador de helicópteros. Ambos parecen tener una cuota de mercado potencialmente grande. También continúan mejorando, comercializando y vendiendo el entrenador de Cicaré, algo exclusivo de Cicaré y Argentina. Finalmente, parece que, cuando Augusto Cicaré celebra su cumpleaños número 80, ha llegado su hora:

"Si", dijo Raúl Héctor Oreste, CCO de Cicaré, "Nosotros tuviéramos una economía tan estable como Estados Unidos, estaríamos ante un argentino Frank Robinson".

Georgina Hunter-Jones

Fuente: Rotor and Wing

Link: https://www.rotorandwing.com/2018/05/04/politics-behind-rise-fall-argentinas-cicare-helicopters/